Los tiempos cambian, y las necesidades también, por ello, es totalmente necesario que el comportamiento de los empresarios tanto de pequeñas como medianas empresas lo hagan. Hay que alejarnos de la visión de que el marketing es una opción, y caer en la cuenta de que a día de hoy, es una necesidad. En la actualidad, el empresario de pequeñas y medianas empresas, se cree incapaz de superar barreras tecnológicas o herramientas que el marketing aplica a toda la innovación de la que hoy nos rodeamos. Pero no es así, todos son capaces y sus únicas limitaciones son el apostar por algo nuevo debido a la inversión que conlleva. En muchas ocasiones, aplicamos el marketing de forma inconsciente, un marketing involuntario e incontrolable, que el mismo afán que tenemos por lo que hacemos, hace que nos comuniquemos continuamente cual “marketeros” profesionales porque lo nuestro es nuestro, y sabemos defenderlo. Por ello, si analizamos como ofrecemos los productos a nuestros clientes, vemos que sin aplicar las novedades del marketing, o sin ser conscientes de sus conceptos, sabemos vender de una forma ingeniosa y estratégica lo que ofrecemos, e incluso lo hacemos en nuestra vida personal y en nuestras relaciones, la sociedad respira un continuo proceso de innovación en la mercadotecnia. Entonces, ¿y si decidimos analizar y pensar seriamente en cómo vendemos nuestros productos, cómo nos comportamos con nuestros clientes, y si aplicando poco a poco las herramientas del marketing tendremos resultados positivos, sería una buena decisión? Obviamente que sí. Ya que debemos considerar que es lo óptimo, y ver, que si las aplicamos poco a poco tendremos resultados positivos a corto y largo plazo. Cualquier empresa que comience a brindar una estrategia basada en los cimientos del marketing, y empiece a interesarse en el mundo digital, y en escuchar a sus clientes, progresará ante sus competidores, pero quien no, acumulará años de retraso.

Por lo tanto, la recomendación es convertirnos poco a poco en tecnológicos, debemos enfocarnos a cambiar nuestras empresas a una visión de comunicación 2.0., conseguir esos medios de conversación con nuestros clientes. Los consumidores ya no buscan información, ni quieren escucharnos, buscan escuchar experiencias y comunicar lo que sienten y necesitan.