A tan solo 300 kms al sur de la ciudad de Lima, a las afueras de la reconocida ciudad de Ica, entre sus valles, puedes descubrir los más emblemáticos viñedos de una de las marcas más representativa del país en cuanto a piscos y vinos peruanos, Santiago de Queirolo. En 1880, la reconocida familia proveniente de Génova (Italia), se trasladó a la ciudad de Lima llevando con ellos una gran tradición familiar por amor al vino . En su llegada al país, pudieron tener la oportunidad de conocer y aprovechar las tierras del lugar, creando su primera sede en Lima en el distrito de Magdalena, con las uvas dela zona comenzaron a elaborar vinos, otorgándoles como nombre vino de la Magdalena en honor al distrito donde se encontraban.

Así se dio inicio a la Bodega Santiago Queirolo conladireccion del señor Santiago Queirolo Raggio. En el año 2000, Santiago Queirolo Targarona y sus dos hermanso Francisci y Joege, deciden hacer una gran transformación de la Bodega. Trayendo especialistas del extranjero para estudia el suelo y temperaturas adecuadas para una el crecimiento de una buena vid. Compran tierras en Ica ciudad de Ica. Produciendo en la actualidad uno de los vinos más emblemáticos nacionales por excelencia, como es, y muchos todavía no saben, el delicioso vino Intipalka, producto nacional que se debería convertir por la forma e historia de su producción en algo simbólico y de orgullo para el país, hasta por su nombre, “Inti Palka”, que significa “Valle del Sol” en quechua.

La novedad, es que ahora podrás disfrutar de su exquisito proyecto de hostelería llamado Viñas de Queirolo, algo excepcional en la zona desde el año 2010 en el que fue inaugurado, donde la delicadeza en el servicio y el mantenimiento de su arquitectura, te transporta a las haciendas y campos de uva de la antigua Italia. obviamente fusionado a un contexto peruano y a su locación inigualable.

Con una decoración republicana exquisita, Hotel Viñas Queirolo, fue creado por sus dueños para posicionarse como el hotel boutique más representativo de la zona, no solo por sus instalaciones, si no por su entorno y experiencia vivida, siendo actualmente uno de los más valorados y posicionados en los rankings más populares de portales webs en cuanto a hostelería y experiencias top, como TripAdvisor.

Hotel Viña Queirolo cuenta en su primer proyecto con 45 amplias habitaciones en categorías: suite, superior, junior y estándar, rodeadas de 500 hectáreas de viñedos con un total de 9 cepas de uvas que difieren su producción; además de disfrutar de cómodos espacios de relax junto a una maravillosa piscina.

Su restaurante, con vistas exquisitas y en donde tanto el amanecer como el atardecer se convierte en una experiencia complementaria a la de tu paladar, es algo único. Sus platos, por la zona en donde se ubica, se recomienda su deliciosa y típica ensalada de pallares, excepconal entrada, la carapulcra con sopa seca, obligatoria en su visita, y la cocción a fuego lento de su asado de tira y osobucco, imperdibles.

La familia Santiago Queirolo, hizo de un sueño un proyecto único, y su experiencia ha sido tan positiva que actualmente ya cuentan con su segunda fase del proyecto a pocos metros de la primera. Un nuevo espacio a pedido de sus clientes proyectado a familias y grupos corporativos, o de amigos, donde encontramos espacios de esparcimiento mucho más grandes junto a 2 piscinas de grandes dimensiones para adultos y niños ambas temperas, restaurante y zona bar para el disfrute, ante la afluencia actual que tiene la primera fase, un sueño que sigue creciendo y que tanto extranjeros como peruanos disfrutan muchísimo.

 

COSAS QUE NO TE PUEDES PERDER:

– Pasear en bicicleta por sus viñedos (el hotel pone a disposición de sus huéspedes de manera gratuita).

– Avistar desde el mirador todos los viñedos mientras pruebas algunos de sus espumantes, como Vals (Queirolo) y Extra Brut (Intipalka).

– Probar su deliciosa y placentera cocina donde sus platos más emblemáticos son: la ensalada de pallares (propios del lugar), la sopa seca y el delicioso asado de tira como platos de fondo, que tienen una cocción a fuego lento hasta de 24h, entre otros tantos.

– Visitar su tienda, tendrás descuento únicos por tu visita.

– Realizar sus típicas catas por el viñedo al atardecer.

– Desplazarte hasta el desierto de Huacachina, a 25 minutos del lugar.

– Hacerte con una botella de Intipalka número 1, para los más exclusivos, recomendación personal.

 

Artículo escrito para Revista LUHHO Latinoamérica: